Apareció ayer esta langosta sobre la cortina de mi dormitorio. La cosa no tendría ningún mérito sino fuera porque estoy en un quinto piso, tan alejada de la tierra.
Mónica Fernández-Aceytuno
Mónica Fernández-Aceytuno
Y espigan tanto que suelen buscar para ellos algún soporte los paisanos, en ocasiones una rama cortada, y otros, como en este caso, el árbol entero, un manzano al que también se ha enredado una parra, con las hojas ya de otoño.
Es triste y alegre al mismo tiempo, ver las flores desmayadas, sobre el hombro del árbol que las sostiene, antes de caer sobre las tumbas el día más triste del año.
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