18:51 Lo primero que he visto a mi regreso es que las hojas se han caído ya casi todas. Ver el suelo lleno de hojas me hace sentir como si tuviera una fortuna, por haber plantado yo estos árboles, como si cada hoja fuera un billete.

8:29 Junto a la fotografía, una preciosa carta, de un apreciado lector-fotógrafo que participa asiduamente en la construcción de esta página…
Y escribe el lector:
“Estuve en Galicia el primer fin de semana de mayo. Estaba preciosa. Visité la casa que mi abuelo edificó hace más de cien años y donde pasé los días más felices de mi niñez.
Me vino a la memoria el verso de Gabriel Ferrater (Erem/ el record que tenim ara) y me entró la morriña, esa especie de alegría en la tristeza o de tristeza en la alegría. No sé.
De las muchas fotos que hice he seleccionado la que reflejaba mejor mi estado de ánimo: los pétalos de camelia del árbol que planté hace 60 años caen sobre la bañera de piedra de mis abuelos reconvertida en maceta. Puro romanticismo decadente.”
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