De color melocotón o huevo verdadero. Se dice del plumaje de algunos tordos, piel de lagartos, capas. Nombra yeguas y caballos.
“Había ese overo, que murió hace ya una punta´e años”
El cuento de un overo
William Henry Hudson (1841-1922)
Este artículo lo ha escrito
Post relacionados
Ha querido la casualidad que sea en un bar donde…
Otilia se llama la mujer a la que pide Goethe…
He pasado unas horas en Quito, donde he podido ver…