Ficus del Parque de la Pirotécnia, en Sevilla, con una diminuta persona caminando bajo su sombra. Observa el lector la importancia que para algunos árboles ha tenido crecer al abrigo de los militares o de los monjes.

El poema se renueva cada año por estas fechas.
Pilar
He volado con las grullas
por encima de las nubes,
y he pintado
de rojo sus coronas.
Ya hace tiempo que escribí esto, pero el poema se renueva cada año por estas fechas cuando veo a las grullas volando al amanecer hacia las dehesas donde buscarán el alimento.
Ya vienen.
Ya van llegando.
Gráciles volando.
En uve y con trompetas.
A revolver
las aguas quietas del embalse.
Y al atardecer, cuántas veces las hemos esperado en el dormidero para escuchar su estruendoso trompeteo.
Y es que las grullas me siguen fascinando.
Un saludo.
Pilar.
Pilarlopezavila.blogspot.com
Pilar