Acabo de observar que, aunque el pollo de mirlo ya es volandero, todavía lo alimenta su padre.

La probabilidad de estar charlando en casa de mis suegros, levantarse mi marido del asiento y pisar una musaraña, debe ser inferior a una entre un millón.
MF-A
La probabilidad de estar charlando en casa de mis suegros, levantarse mi marido del asiento y pisar una musaraña, debe ser inferior a una entre un millón.
Tranquila, Carmiña.
Con ese hocico puntiagudo, no era un ratón sino una musaraña.
Mónica Fernández-Aceytuno
ABC, Domingo 22-4-2012
FOTO: Musaraña Común
AUTOR:Andrés M.Domínguez
MF-A