ARMIÑOS EN NAVIDAD

ARMIÑOS EN VÍSPERAS DE FIESTA

Si no fuera por lo que olemos, ya les habríamos visto. Pero nos huelen, nos ven y nos oyen celebrar tanta fiesta, que llevamos ahora hasta las montañas a las que tanto se parecen: hoy están blancas; y ellos también.

La transformación ha sido rápida y sin perder un pelo, por encanecido, desde el marrón, en estos últimos días. Sólo el mechón final se ha rebelado a tanto cambio.

Hoy de blanco, seguimos sin verlos; pero pasan y dejan estrechos caminos llenos de indecisiones que aparecen y desaparecen bajo la nieve, para relatarnos la caza de roedores mientras esperan su fiesta.

Porque cuando acabe la Navidad, los armiños del Pirineo oscense se acercarán al refugio de Góriz en busca de la comida que tanto excursionista deja esta semana sobre la nieve. David y Aitor, trabajadores del refugio, volverán a verlos, como cada día espléndido en el que los hombres no celebramos nada.

Mónica Fernández-Aceytuno

Cambio 16, Enero 1994

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