ANÓNIMO

CARTA PARA UN ANÓNIMO

Admirado Anónimo Madrileño Contemporáneo:

No se puede ni imaginar lo que me ha gustado recibir su anónimo, en este caminar sola y a ciegas que es escribir. Pero, tal vez, un escritor como usted no debería de enviar anónimos, y enos a una lectora de sus libros como soy yo, ues reconozco de oído el rumor de su prosa.

Noto desde aquí su perplejidad en este preciso instante, en el que pensamiento, escritura y lectura se unen en tres zancadas del tiempo, incluso puede que dude ahora mismo de lo que le estoy escribiendo, así que como prueba de que, en efecto, le he reconocido, le aseguro que mi nombre de pila, Mónica, y el suyo, …, comparten tres vocales, que no sólo son las únicas que contienen nuestros nombres, sino que están colocadas en sentido inverso.

Tengo la impresión de que no puede molestarle mucho que le haya descubierto; ahora sí, lo que no se esperaba en absoluto es que yo fuera a responderle en la plaza pública de un periódico, pero es que es al echar a volar un artículo cuando yo me siento más libre para enviarle una carta a un anónimo. Además ¿qué dirección sino el aire tiene en su remite una carta anónima?

Una vez identificado, no me resulta difícil imaginarle en su casa, tal vez en una cafetería, atragantándose con el fallo sintáctico que cometí en el artículo publicado en ABC el pasado 22 de septiembre. Supongo que casi sin pensárselo, como el que lanza una cuerda al río para salvar al que corre peligro de ahogarse en las aguas del lenguaje, me escribe a mano una carta que me saque del error pero, ay, a la hora de poner su nombre, como auténtico hombre de valor que prefiere pasar siempre desapercibido, en vez de firmar, me envía un anónimo.

¿Sabe una cosa?, llovía el día que llegó su carta al buzón granate de mi casa. Me empapé de agua y de curiosidad al mismo tiempo, y de felicidad, al reconocerle. Que ¿qué le ha descubierto además de su escritura?, pues su edad y las últimas palabras: “no le digo quién soy porque no se lo creería”. Por eso precisamente le he reconocido, por creérmelo casi todo. Querido Anónimo Madrileño Contemporáneo: GRACIAS.

Mónica Fernández-Aceytuno

ABC, 4-10-2003

Fondo de Artículos de

www.aceytuno.com

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