ÁGUILA PESCADORA

PESCADORAS EN EL ODIEL

Tiene en las garras el color del mar en un día gris y no es de tanto pescar, aunque podría serlo. Porque son las patas lo único que hunde cuando aprisiona las lisas que nadan tocando el fondo y el cielo de las marismas del Odiel. Son garras fuertes, pero no de apretar las palabras que discurren por las líneas telefónicas onubenses, aunque pudieran serlo. Porque en los postes de teléfono se posan al Sol, estos días, como si sus patas escucharan nuestra vida.

Patas que no conocen las dudas después de una decisión; incapaces de soltar la presa después de la captura. Cuentan que en los lagos alemanes han aparecido carpas con las garras del águila pescadora en sus lomos. Pudo el pez más que ellas y se ahogaron sin liberarse del error.

Alemanas son las águilas pescadoras que esta semana se observan fácilmente desde la carretera de El Espigón, a partir de las 10 de la mañana, cuando se elevan las térmicas, y sus alas pardas y blancas con ellas. Sólo las patas son difíciles de ver porque cuando no se confunden con el aire, lo han hecho con el agua.

Mónica Fernández-Aceytuno

Cambio 16, Enero de 1994

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