Siempre había escuchado decir que en la ciudad no se veían las estrellas. No es cierto.
Mónica Fernández-Aceytuno
Mónica Fernández-Aceytuno
OLIVOS
Como si el hueso de las olivas les pesara igual que una piedra, se inclinan ahora hacia el suelo, plateadas, humildes y satisfechas, las ramas de los olivos. Están los frutos deseando caer, y empezar de nuevo en la tierra.
Mónica Fernández-Aceytuno
ABC, Martes 8-12-2009