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Y si en la ciudad son los prunos los que están florecidos, en el campo los ciruelos; y los mirlos, muy oscuros, ya emparejados.
Mónica Fernández-Aceytuno
El de las charcas empequeñecidas y rodeadas del brillo de sus sales o de las tierras agrietadas y el de la huida de muchas de sus aves.
Isabel Fernández Bernaldo de Quirós
8:52 Huele a hierba recién segada entre el sol brumoso de esta hora de la mañana. Ya se despeja. Ya está saliendo el sol y tienen, los árboles, sombra.