Al fondo, tras la puerta de acceso a Fonseca, se ve una de las cuatro fantásticas azaleas del patio de la que fue famosa Facultad de Farmacia.
Joaquín
Joaquín
No se le pueden poner puertas a la vida.
Escrito para la colaboración que inicio hoy comentando para “El Subjetivo” una foto de “The Objective”, a propósito del primer año marciano, 687 días, del Curiosity, con una impresionante imagen de Marte que me ha recordado al desierto de Argelia, donde hay vida, aunque no lo parezca.
Por lo que llevo observado, la vida tiende a caer, y a agarrarse, como las algas a esta viga hundida.
Para la Naturaleza, incluso más allá de la Tierra, todo puede ser arrecife.
A mi parecer, no se le pueden poner puertas a la vida.
Buen día,
Mónica
Escrito para la colaboración que inicio hoy para”The Objetive”