9:07
Las nueces, de las cuales se diría que son los frutos más ancianos del mundo,
Las nueces, de las cuales se diría que son los frutos más ancianos del mundo,
Han sido grabados por las patrullas y el equipo técnico de la FOP durante sus trabajos de seguimiento de la población osera y aquí iremos viéndolos poco a poco, como el primero que hemos seleccionado: un oso pardo cantábrico subido a un roble, hace tan solo un mes, el dos de febrero, para comer las bellotas de las ramas.
Se une pues ahora lo que estamos buscando y de lo que escribíamos ayer: Naturaleza en estado puro, sin nuestra interferencia,y lo más actual posible. Saber en fin, desde aquí, qué está sucediendo a nuestro alrededor y que no veíamos.
Todas las imágenes de los videos de la FOP se han obtenido con telescopios o teleobjetivos de largo alcance para no afectar a la actividad o al comportamiento natural de los osos y se pueden ver en YOUTUBE y en VIMEO.
Por la naturalidad que desprende, éste es el primero que hemos seleccionado (dura un minuto) para disfrutarlo ahora mismo:
PINCHA AQUÍ PARA VER A UN OSO PARDO CANTÁBRICO, HACE UN MES, SUBIDO A UN ROBLE PARA ALIMENTARSE DE SUS BELLOTAS
Enhorabuena a la FOP, y buen día a todos,
Mónica Fernández-Aceytuno
FOTO: Hembra de Oso Pardo cantábrico con dos crías.
AUTORÍA: FUNDACIÓN OSO PARDO (FOP)
www.fundacionosopardo.org
*****
NACIDOS DE UN SUEÑO
Dan a luz en la oscuridad. Paren en sueños y lo que nace es tan pequeño que no les despierta sumar otra vida al Universo.
Las preñaron en primavera, pero el óvulo fecundado se rebeló al desarrollo hasta que la nieve y el frío empujaron a las osas a dormir, allá por el mes de noviembre.
En el sopor del cuerpo bien alimentado, el óvulo se agarró al útero para iniciar la gestación: corta y secreta. Algo que ocurre en otoños en los que llueven castañas y hayucos.
En estos días de enero han alumbrado ya al diminuto y caliente pedazo de vida, de sólo 300 gramos.
Lo primero que han percibido los oseznos es el olor a musgo, a yerba y a madre. Son “esbardos” que nacen salvajes, como todo lo que nace de un sueño, en un mundo civilizado.
Un mundo que también habla de osos pardos. Sabemos qué día se juzga a un cazador furtivo que los ha matado, o leemos que el peligro de extinción los amenaza.
Ahora nacen en Somiedo, es un hecho actual y extraordinario. Pero querer contarlo no es, tal vez, más que otro sueño.
Mónica Fernández-Aceytuno
Cambio 16
Semana del 29 de enero
al 4 de febrero de 1994