RUISEÑORES

Pequeñísimos ruiseñores

por Mónica Fernández-Aceytuno

Con un viento de levante de quince metros por segundo, cincuenta mil milanos y diez mil cigüeñas blancas, aves grandes y planeadoras, esperaban ayer en Tarifa a que el viento se calmara mientras los ruiseñores cruzaban el Estrecho sin importarles ni el viento ni el mar ni la noche.

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