siegamares.

f. Pardela.

La primera persona que con toda probabilidad vió ayer amanecer estaba a bordo de la embarcación “Rosario”, a cuatro millas de la bocana del puerto de Mahón. El día llegó tranquilo, o más bien fue el mar el que llegó tranquilo al día, pues es la Tierra la que avanza, la que se envuelve en la luz como en una brillantísima tela recién traída de Oriente. Y Menorca es la isla más oriental de España. Todavía a oscuras, flotando en el agua, dormían las gaviotas y algunas baldrichas, que es como llaman por aquí a las pardelas, esas aves marinas que vuelan con las alas y el cuerpo en cruz, segando el agua: siegamares, “shearwater”, es el nombre que dan a las pardelas los ingleses. Mientras, seis delfines pasaron juntos. Más tarde otros dos, y no eran los mismos. Aseguran los marineros que los delfines se comen cualquier pescado que no tenga pinchos, como el salmonete, la brótola o el pagel, y por eso ayer no quedaron más que unos cuantos cabrachos, y dos langostas. Lo peor es que tiran para atrás del trasmallo, y lo rompen. Se lamentan los pescadores de los delfines como los ganaderos del lobo. Y se protege al delfín, al lobo y al ganadero. Ya sólo queda proteger a los hombres que ven al mar sumergirse en la luz que trae el día.

Mónica Fernández-Aceytuno
ABC, Lunes 5-7-2008
aceytuno.com

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