púrpura.

1.- Tinta exlusiva de los emperadores romanos que también se utilizaba para teñir los paños de los sacerdotes y que se obtenía de la tinta segregada por las caracolas del género Murex conocidas vulgarmente como cañadillas, cañaíllas o púrpuras. Hacían falta diez mil caracolas para obtener un gramo de tinte.

2.- Caracola marina del género Murex con cuya tinta se teñían de púrpura los paños de los sacerdotes y que fue la tinta de uso exclusivo de los emperadores romanos.

Cuando se calan las redes para la jibia, a media milla de la costa almeriense, se enredan las púrpuras, esas caracolas del color de la arena llenas de espinas que se conocen con el nombre de cañadillas. Debió de ser Rafael Alvarado el académico que tuvo el detalle de anotar en el Diccionario de la Lengua Española, como primera acepción para la púrpura, a este molusco gasterópodo marino, el cual segrega una tinta que pasa del amarillo al verde y del verde a la codiciada púrpura, con la que se teñían los paños de los sacerdotes y que alcanzaba precios escandalosos, pues hacían falta diez mil caracolas para un gramo de tinte. El investigador Chiva Royo asegura que, excavados en las rocas, junto al mar, en Altafulla, aún se ven los agujeros en los que los romanos obtenían de esta caracola, la púrpura. Hasta el mes de julio se pesca en Roquetas de Mar junto a la jibia. Sale por la noche de la arena y, con las espinas que en principio eran defensas, se lía en las jibieras. Luego la venden entre el pescado, aunque un día fuera el origen de la tinta exclusiva de los emperadores.

Mónica Fernández-Aceytuno
ABC, 1-5-2006
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