MYTHIMNA

DEL AMARILLO AL VERDE

Al césped le han salido unas manchas amarillas. Como si el sol lo hubiera quemado con un rayo.

Todo empezó en un punto pequeño, y fue creciendo en círculos, como las ondas de un estanque al que se lanza una piedra. Al ser este año tan seco, lo primero que se piensa es que a la pradera le está faltando el agua, y no es eso. O no, exactamente. Según Víctor Sarto, entomólogo, habría que tomar una muestra de la zona amarilla, y ver si tiene la tierra unas orugas oscuras comiéndose las raíces de las gramíneas, porque al trébol y a la manzanilla, ni siquiera los toca. En ese caso, podría tratarse de las orugas de una mariposa llamada Mythimna unipuncta, a la que no es difícil encontrar al pisar la hierba a la luz de una linterna. Esta mariposa no es como el gusano de la manzana, que aparece siempre, sino que suele prosperar los años que son primero húmedos, y luego muy secos.

Pero ayer, tras la tormenta, la tierra olió de otra manera. Y la manzanilla y el trébol, parecen dispuestos hoy a ganar al amarillo del pasto. Y este ir y venir de los colores, es el milagro de la vida.

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