MARTÍN PESCADOR

HALCONES Y TORMENTAS

Las tormentas del sábado, desde el aire, tenían forma de bombilla, ensanchadas casi hasta la tropopausa, nubes con trozos de hielo como puños, témpanos blancos en el mar del cielo, flotando a la deriva

El día amaneció ayer en Menorca como si nada hubiera sucedido, totalmente despejado y con un viento del sur que a primera hora de la tarde empezó a rolar a tramontana, trayendo a la isla currucas carrasqueñas, mosquiteros silbadores, y esos martines pescadores que, siendo pájaros de río, se quedan en el puerto de Mahón a pasar el invierno. Dice Antonio Escandell, ornitólogo, que la primera señal de que ya anda el martín pescador por allí es esa voz suya, un grito agudo y repetido. Después se les ve posados en los cabos, con la paciencia de una garza, mirando al mar como si fuera un río; o sobre las embarcaciones, imitando estos pájaros fluviales a las gaviotas marinas. Puede que no hibernen en Menorca más que unos veinte pequeños martines pescadores verde azulados.

Vuelan casi a ras de agua, como hacen para defenderse las currucas y los mosquiteros que divisan a los halcones esperando su llegada para cazarlos sobre el mar cuando están a punto de aterrizar en la isla, salvados de las tormentas.

Mónica Fernández-Aceytuno

ABC,26-8-2002

Fondo de Artículos

de la Naturaleza de

www.aceytuno.com

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