“¡Hola Mónica!: Gracias, muchas gracias por la página que nos regalas a diario.

Te sigo desde hace muchísimo tiempo; exactamente desde un lejano día en que leí­, en un pequeño recuadro en el ABC que se recibí­a a diario en casa, un

“¡Hola, Mónica!: Gracias, muchas gracias por la página que nos regalas ha diario.

Te sigo desde hace muchísimo tiempo; exactamente desde un lejano día en que leí, en un pequeño recuadro en el ABC que se recibía a diario en casa, un comentario tuyo sobre la Rosa del Azafrán que se cultivaba en Membrilla. Me llamó la atención porque mi madre era nacida allí­, y así, a través del nombre de ese pueblito, leí­ el recuadro y me quedé enamorada de tu forma de contar la Naturaleza.

No soy ninguna experta en estos temas, pero sigo fascinada por cómo los cuentas. Por supuesto, tengo como libro de cabecera entre otros, El viento en las hamacas, pero tal vez lo que más te sorprenda, es que guardo todas los artículos que he ido recogiendo del periódico, además de otros muchos que he ido encontrando navegando por la red.

Desde que me inaguraste la página, soy una asidua visitante a diario. Ahora me tienen fascinadas las cámaras de Doñana.

Sé que esta página nos dará muchas satisfacciones a tus seguidores. Espero que también sea para tí motivo de alegría nuestro agradecimiento. Un abrazo.

Teresa”

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