Como el Universo, las especies tienden a expandirse, o a refugiarse, esperando mejores tiempos.

Mónica Fernández-Aceytuno

Como el Universo, las especies tienden a expandirse, o a refugiarse, esperando mejores tiempos.

Mónica Fernández-Aceytuno

Sobre un mar triste de la costa chilena volaban ayer los pelícanos, con lentitud, mientras los ojos se posaban asombrados al ver un ave de tal envergadura entre el mar y el cielo. Iban luego a reunirse sobre unos islotes cubiertos de guano con los cormoranes de ojos verde esmeralda, y los alcatraces de ojos azules. Resulta el pelícano familiar, como si pudiéramos reconocer a las especies que faltan por haber compartido en tiempos distantes el mismo espacio sobre el que ahora vivimos. No muchos, pero hubo pelícanos en la Península Ibérica. Y en Baleares: notificó Buffon que mataron a un pelícano en la bahía de Alcudia en 1773. Ojalá vuelvan. Como el Universo, las especies tienden a expandirse, o a refugiarse, esperando mejores tiempos. No son las manos las que escriben, sino el pensamiento. Y de corazón pienso que 2014 será un buen año, aunque parezca inocente. Muchas felicidades.

Feliz 2014,

Mónica Fernández-Aceytuno

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