Como almohadas verdes sobre la piedra, eran estos musgos cuyo nombre se mi vino a la cabeza mientras observaba la maravilla de sus esporófitos rojizos.

Mónica Fernández-Aceytuno

Como almohadas verdes sobre la piedra, eran estos musgos cuyo nombre se mi vino a la cabeza mientras observaba la maravilla de sus esporófitos rojizos.

Mónica Fernández-Aceytuno

Como almohadas verdes sobre la piedra, eran estos musgos cuyo nombre, Polytrichum, aunque quizás esté equivocada, se mi vino a la cabeza mientras observaba la maravilla de sus esporófitos, sus setas rojizas rematadas por la cápsula.

La última vez que vine a El Escorial, fue cuando todavía estudiaba, aunque creo que no he dejado de hacerlo, y vinimos precisamente a recolectar muestras de musgos para un herbario. Entre los nombres de géneros que aún tengo en la cabeza, están Polytrichum, Bryum, y Tortula, Tortula muralis.

Me encantó verlos con su bosque esporófitos, que son esa suerte de setas o cerdas rematadas por unos sacos, las cápsulas que contienen las esporas tapadas por la caliptra o cofia.

¡Cuántas palabras olvidadas! Todas ellas, van ya para nuestro diccionario de la Naturaleza, además de arlo, escrito por María Luisa, y pestosica, por Ramón Guillermo, entre otros términos que redacté de madrugada.

Gracias a todos por participar en aceytuno.com

Buen día,

Mónica

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