11:19 Qué vergüenza, escribir tan tarde, pero al menos he dormido y me he recuperado y, por vez primera, escribo desde mi despacho que trato de calentar, no a lo César González Ruano, con una estufa, sino con la calefacción y con el sol que entra

por el ojo de buey y por los ventanales desde los que se ve todo el valle.

Desde aquí tengo que organizar la red que me informe de todo cuanto pase en la Naturaleza, es decir, no las catástrofes, sino la vida: los pájaros que pasan, los árboles que germinan, los peces que hacen arder la superficie del mar, en fín, el empeño de una vida que me va a costar la vida y, mientras tanto, ir colgando lo que ya escribí, poco a poco puesto que son cientos los trabajos hechos y muchos también los que he perdido y me costará encontrar.

Sé que voy a necesitar ayuda, pero de momento estoy sola, con los rayos del sol en mi despacho vacío.

Feliz día y hasta mañana

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