En primer lugar tengo que pediros disculpas por mi ausencia, aunque dije “hasta mañana”, ante mi incapacidad para conectar mi ordenador con la red del hotel donde estuve alojada en Córdoba, de donde acabo de llegar, cargada de flores en la mirada.
El primer paseo que di, además de por la mezquita-catedral, claro, fue hasta el río, para ver una noria de agua de madera que hoy está en ruinas. Me asombró el color del agua del Guadalquivir, tan claro, como de arena de playa, además de los árboles del soto, álamos blanquecinos de hojas plateadas, y almeces de hojas lacias, mientras las golondrinas sobrevolaban los remolinos para alimentar a unos pollos que, según me pareció, tenían en un nido bajo el puente, cuyos ojos nos contaron que hubo un momento en el que se cegaron este invierno de la cantidad de agua que bajaba.
Qué bonito lugar para una ciudad, entre la sierra y el río, todo, bajo un cielo muy azul, de un verde deslumbrante y claro.
¿Y vosotros? ¿Qué habéis observado estos días?
Mi afectuoso saludo y ahora sí, de vuelta en casa, hasta mañana,
Mónica Fernández-Aceytuno
FOTO: Golondrina sobrevolando el río Guadalquivir a su paso por Córdoba el 3-5-2013.
AUTORA: MF-A
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MF-A