A las flores no les importa el frío.

Aceytuno del jueves, 14-3-2013

Hay un momento en el que necesito pisar tierra.

Por eso le agradezco tanto a mi amiga Blanca que me invitara ayer a comer en el invernadero de su casa, entre el sol y la nieve, y a ver su jardín, distinguido por su valor estético y botánico entre los más hermosos jardines, por la Sociedad de Amigos del Real Jardín Botánico.

A Blanca, le salen los nombres de las flores por la boca, cuando habla: romenia, flox, eléboros, cosmos…pero se quedó callada cuando vimos este árbol florecido.

¿Qué es este árbol?, Blanca, le pregunté.

Y me dijo: “Aún no lo sé con seguridad, no lo planté yo, me lo trajo de regalo algún pájaro”.

Ahora que ya queda menos, se hace más largo el final del invierno. Hacía frío, pero el jardín estaba lleno de narcisos florecidos, violetas, iris saliendo de la tierra, eléboros, jacintos.

A las flores no les importa el frío.

Gracias Blanca.

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FOTO: Árbol florecido de blanco el miércoles 13-3-2013 entre el sol y la nieve.

AUTORA: MF-A

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También hablamos de Mutis y Blanca de Haënke.

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En los moribundos billetes rosados de dos mil pesetas, se puede ver hoy a José Celestino Mutis, mirando con lupa a una flor de hace doscientos años.

Además de la flor, se aprecia claramente el asombroso parecido que hay entre José Celestino Mutis, nacido en 1732 en Cádiz y al que llamó Humboldt “ilustre patriarca de los botánicos”, con su descendiente, Álvaro Mutis, recién galardonado con el Premio Cervantes. Quien lleva sus ojos desde las recientes fotografías en los periódicos hasta ese rostro lejano del billete, se encuentra con el mismo pelo blanco, las mismas entradas en la frente, la misma intensa mirada, y el mismo gesto simpático, grave y sabio…Leer más de mi artículo LA FLOR DE MUTIS

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Pincha aquí para ver el que fuera el billete rosado de dos mil pesetas donde salía Mutis con su flor en la mano

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Mi afectuoso saludo,

Mónica