La primera señal que nos alertó de su presencia fue una suerte de pez globo herido que subió a la superficie un poco aturdido.

MF-A

La primera señal que nos alertó de su presencia fue una suerte de pez globo herido que subió a la superficie un poco aturdido.

MF-A

Llevo unos días un poco perdida, con poco tiempo para todo, y para colmo, me dejé la cámara para salir al mar el otro día, justo cuando estuvo la ría llena de delfines mulares saltando a nuestro lado.

No hacía calor pero el agua estaba a 23 grados, lo cual es mucho para estas latitudes. Toda la superficie hervía de peces, nubes de sardinas sobre el agua, aleteo de caballas, temblor de parrochas incluso en el muelle.

Al no poder fotografiar a los delfines, me dediqué a mirarles. Algunos que se quedaban atrás, como si hubieran decidido frenar justo donde estaba el cárdumen de caballas, saltando por completo fuera del agua, cayendo en plancha para aturdir a los peces.

La primera señal que nos alertó de su presencia fue una suerte de pez globo herido que subió a la superficie como si huyera del fondo. Luego empezaron a asomar por todas partes los delfines. Cientos.

No tengo fotos, pero jamás olvidaré el perfil gris de uno de los delfines saltando para dar la vuelta por encima del horizonte, a cámara lenta, como si en el aire el tiempo para ellos no avanzara, mientras nosotros, entre la bruma marina, a más velocidad de la que yo hubiera querido, nos alejábamos.

Mónica Fernández-Aceytuno

17:23 del viernes 29-6-2012

(Al menos hoy pude fotografiar de lejos a estos pájaros carpinteros que han debido de anidar en algún árbol de mi casa. Menudo regalo me han hecho.)

FOTO: Pájaros carpinteros (Picus viridis)sobre la hierba esta tarde (29-6-2012)

AUTORA:Aceytuno

Siguiente Post:
Post anterior:
Este artículo lo ha escrito

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.