Ayer fui a ver dónde había llevado los caballos el carpintero y resultó ser un lugar alto y ventilado, con pastos como florecidos de setas, con los sombreros raídos como los cráteres de la luna. 
Mónica Fernández-Aceytuno

Ayer fui a ver dónde había llevado los caballos el carpintero y resultó ser un lugar alto y ventilado, con pastos como florecidos de setas, con los sombreros raídos como los cráteres de la luna.
Mónica Fernández-Aceytuno


Buenos días.

Ayer fui a ver dónde había llevado los caballos el carpintero y resultó ser un lugar maravilloso, alto y ventilado, con pastos como florecidos de setas, con los sombreros raídos como los cráteres de la luna.

Y en los bosques donde el ganado estuvo, bosques de eucaliptos que yo creía que no daban nada en su suelo, resultó que estaba lleno de Boletus, algunos de tamaño considerable, como el de la imagen, que es de los que, al apretarlo, no da una tinta azul.

Gracias por compartir la Naturaleza,

Mónica Fernández-Aceytuno

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LAS BABOSAS RAEN LAS SETAS

Hay unas setas en Galicia que amanecieron ayer con el sombrero como la luna, llenas de cráteres. Son huecos limpios que están hechos con siete mil dientes que no muerden, ni roen, sino que raen, con una lentitud de babosa.

Desde la Universidad de Santiago, el doctor Castillejo confirma que las babosas comen setas, y todo lo que encuentran, que las babosas son tan omnívoras como el hombre y que se comerían hasta uno de nuestros dedos si se lo pusiéramos delante.

Hay babosas amarillas, verdes, rojas…incluso una gris con pintas blancas que sólo surge de noche y que está protegida como un tesoro, aunque nadie la vea, aunque nunca exista otro doctor Castillejo que salga bajo la lluvia, de noche, con una linterna, y con el riesgo de tener que ofrecer a los paisanos una excusa tan de verdad y tan poco creíble como la de que buscas una babosa gris con pintas blancas. De las 60 especies de babosas que viven en España, la más fácil de observar en estos días es la que recibe el nombre de un caballo lento: Arion ater, que es negra y que puede llegar a medir 16 cm.

Me ha dicho Castillejo que cuente que las babosas son útiles para la oftalmología, y para los estudios de inmunodeficiencia. Yo sólo sé que ayer había unas setas gigantes en el pasto que amanecieron como la luna, llenas de cráteres.

Mónica Fernández-Aceytuno

ABC, Jueves 13/11/1997

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