Todo amago de oscuridad se lo llevó la luz del sol con el paso de los siglos.

Mónica Fernández-Aceytuno

Todo amago de oscuridad se lo llevó la luz del sol con el paso de los siglos.

Mónica Fernández-Aceytuno

Ortigia es una pequeña isla donde el atardecer no se ve: se toca con los ojos.

Hay una calma que no es real y que cae con la luz sobre las casas, que son del color de la piedra y de la tierra en Sicilia, como de barro muy claro, porque todo amago de oscuridad se lo llevó la luz del sol con el paso de los siglos.

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Gracias a todos por participar en este lugar de la Naturaleza,

Mónica Fernández-Aceytuno

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