Para defenderse de los herbívoros (insectos que se alimentan de las plantas),

LAS PLANTAS MURMURAN EN BIOQUÍMICA, por José Manuel Guerra

Para defenderse de los herbívoros (insectos que se alimentan de las plantas), las plantas han desarrollado mecanismos tanto directos como indirectos de defensa. Mientras que los mecanismos directos (tales como la producción de toxinas o repelentes) tienen un efecto directo en los herbívoros, los mecanismos de defensa indirecta promueven la actuación de los enemigos naturales de los artrópodos herbívoros, ya sean predadores o parasitoides. Así, las plantas producen volátiles o tienen nectarios extraflorales para atraer a los enemigos naturales de los herbívoros, y tanto unos como otros son utilizados por los predadores o parasitoides para localizar sus presas o huéspedes. Cuando hablamos de que las plantas “murmuran” nos estamos refiriendo a los mecanismos de defensa indirecta, y en particular a la emisión de compuestos químicos volátiles que pueden tener un efecto “llamada” sobre otros insectos, enemigos naturales de los herbívoros que han provocado la emisión de esos productos químicos al comerse la hoja o el tallo. Todos hemos sentido en algún momento a qué huele una hoja rota, y es que es muy fácil experimentar el olor de un campo de césped recién cortado, el olor que se nota es muy intenso, aunque dura poco tiempo. El olor de un campo de césped recién cortado es lo más parecido en composición química de los compuestos volátiles al olor emitido por una planta cuando es atacada por un herbívoro, aunque claro está la intensidad del olor es mucho más baja cuando es un insecto el que ataca una planta, en comparación con los cientos o miles de hojas cortadas por un corta-césped.

Las regulaciones actuales tanto de la UE como de EEUU, hacen que la aplicación de pesticidas químicos sea cada vez más difícil. Por otro lado, y como consecuencia de la apreciación de los consumidores, en la mayoría de los cultivos en invernadero de las hortalizas extra tempranas, se están empezando a aplicar de forma general técnicas de lucha integrada o de lucha biológica en los cultivos en invernadero de Almería y regiones limítrofes. Sin embargo, las variedades comerciales actuales han sido obtenidas sin tener en cuenta este nuevo parámetro agronómico que es muy importante para seguir manteniendo la calidad de producción comercial.

Hay dos enzimas clave en la ruta de la rotura de los ácido octadecanoicos (LOX) (producción de volátiles de hojas verdes, GLV) y de otras rutas ligadas a la respuesta de defensa (SAMT). De una forma genérica, a la emisión de volátiles cuando se rompe una hoja u otro órgano vegetal, se les llama Volátiles de Hojas Verdes (en inglés, sus iniciales son GLV, green leaf volátiles) y se sabe desde hace algunos años que proceden de la transformación enzimática de los ácidos octadecanoicos, que se encuentran distribuidos por toda la planta, pero especialmente se encuentran en las hojas.

Tomando ventaja de este mecanismo de “llamada” de los enemigos naturales de los herbívoros, se diseñan estrategias de protección de cultivos de una manera “biológica”, es decir, teniendo en cuenta la biología tanto de las plantas como de los insectos que pueden ser atraídos por la planta o por los herbívoros de ella. Estas estrategias son muy importantes para conseguir una agricultura sin pesticidas químicos, especialmente en invernadero, ya que está comprobado por la experiencia que la aplicación de pesticidas químicos lleva a la aparición de resistencias en los insectos en más o menos tiempo, dependiendo de la dosis y manejo del pesticida. El control biológico de las plagas permite por tanto la obtención de cosechas mucho más sanas, es decir, sin residuos químicos, y este es un objetivo cada vez más buscado por los consumidores, especialmente de productos hortícolas que se consumen en su mayoría en fresco.

José Manuel Guerra

AGRADECIMIENTOS:

Gracias a T. Cabello por las larvas de gusano verde proporcionadas para hacer estos experimentos.

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