8:15 h Han salido las primeras hojas sobre las varas de saúco que como estacas planté junto a la valla para ahuyentar a las vacas.



8:23h Y al tocar estas hojas con las manos, siendo aún muy tiernas y pequeñas, hojas recién nacidas, dejan ya ese olor que no le gusta al ganado por lo que me alegro por la vida de esta cerca de castaño que ha aguantado más embites de las vacas que el paseo marítimo de las olas.

Las primeras varas huecas de saúco, me las regaló un vecino que hacía cestas con las varas de castaño y de mimbre, y las clavé en las cuatro esquinas de la finca porque dicen que estas varas de saúco, que son como catalejos por las que puedes ver el mundo, eran las mismas varas que llevaban las hadas para hacer magia, aunque yo, la única magia que pretendo plantándolas ahora junto al camino, es que las vacas, al pasar, no derriben la cerca, y no vengan aquí a rascarse al notar en el aire el olor del saúco.

Feliz día y hasta mañana,

Mónica Fernández-Aceytuno

P.S. En el TABLÓN DE LOS LECTORES, un lector se pregunta ¿qué fue de los topillos?

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