EL ORIGEN

EL ORIGEN

La vida está hecha con unos ladrillos llamados aminoácidos.

Observando la variedad de especies cuesta creer que sean solo veinte los aminoácidos esenciales que conforman las especies que contemplamos, y las que aún no hemos descubierto y las que vendrán y las que jamás vimos ni veremos porque el 99,999 por ciento de las especies que vivieron alguna vez sobre la Tierra se han extinguido ya.

Esta semana la NASA ha anunciado que en los filtros de una de sus sondas, ha encontrado un aminoácido, una glicina algo distinta de la terrestre. Este experimento recuerda a aquel por el que, en una columna de atmósfera de cuatro kilómetros de altura y un kilómetro cuadrado de sección, aparecían diez millones de animales vivos que eran una suerte de aeroplancton. Algo parecido descubrió Darwin cuando sembró el barro de las lagunas y vio que al cultivarlo salieron de las semillas 537 plantas de clases distintas, y eso que “todo el barro, húmedo, cabía en una taza”. (De “El origen de las especies”).

Tiene gracia que haya sido precisamente en este año 2009, en el que conmemoramos la figura y la obra de Darwin, cuando se nos haya traído la primera prueba de que la vida tal vez no es un árbol, sino un bosque cuyas raíces puede que estén a años luz de la Tierra.

Hay que empezar a comprender y a aceptar sin aspavientos que la Naturaleza no tiene aquí sus límites.

Si hay glicina en los cometas, tal y como acaba de afirmar rigurosa y científicamente la NASA, el origen de la vida, como había imaginado observando al campesino echar al aire sus semillas, podría no estar en la Tierra.

Mónica Fernández-Aceytuno

ABC, 21-8-2009

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