AVISPAS

ACTUALIDAD NATURAL

MÓNICA FERNÁNDEZ-ACEYTUNO

ABC, Sábado 10-7-1999

LAS AVISPAS SE REFUGIAN BAJO LAS HOJAS

Hace tanto calor en la sierra de Guadarrama, y el sol pica tanto, que las avispas gallícolas que viven en los robles de esta sierra madrileña, han entrado en fase de quiescencia, no se mueven pudiendo hacerlo, casi no vuelan, y se olvidan del calor en el envés de una hoja.

Son tan pequeñas estas avispas que es difícil verlas a simple vista, algunas miden apenas O,2 centímetros; sí se ven, en cambio, muy bien las agallas que inducen en los robles: unas bolas que hay quien confunde con los frutos en sazón del árbol. Pero un roble no da más que bellotas, y no estas bolas que tienen el tamaño de una canica de las grandes y el color marrón de la tierra; si bien es cierto que, al estar sobre las ramas, o en el suelo, bajo el árbol, parecen frutos maduros.

Desde la estación biológica de El Ventorrillo, Félix Fontal estudia estas avispas y las compara con las de las selvas panameñas porque algún día los microhimenópteros serán, tal vez, indicadores de la biodiversidad del mundo. Pero ayer hacía tanto calor que, a pesar de ser tantas y tan variadas, las avispas gallícolas hicieron casi todas lo mismo: pasar el día bajo las hojas.

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