ARDILLAS

ACTUALIDAD NATURAL

MÓNICA FERNÁNDEZ-ACEYTUNO

ABC, Lunes 26-2-2001

LA LLUVIA LEÑOSA

Nieva y nieva en Nueva York. No para de nevar sobre la gran fuente redonda de la ONU, informa Alfonso Armada, corresponsal, escritor, y nieva sobre los parques neoyorquinos donde las ardillas dejan unas huellas que son un decir y un desdecirse de la nieve.

Las huellas de la ardilla común empiezan siempre en un árbol, y terminan en otro; a no ser que salte por las ramas como cuenta la leyenda, cuando las ardillas volaban de un extremo a otro de la Península. Estas huellas, aunque más pequeñas, recuerdan a las de las liebres ya que también andan las ardillas a saltos, y marcan las cuatro patas. A veces, hacen una parada que es un agujero oscuro y nevado y buscan alguna despensa casi olvidada en el suelo o en la cepa de un árbol cortado, que yo he visto castañas en el corazón muerto de un cerezo. Pero las ardillas suelen comer en las ramas y, desde la copa de los pinos, dejan caer unas brácteas lignificadas, las escamas de las piñas, como una lluvia leñosa.

Si hoy nevara aquí como está nevando en Nueva York veríamos qué fría, qué muda, qué muerta, qué blanca está la nieve; cúantas más brácteas hay esparcidas por la ciudad de los rascacielos que en nuestros campos donde ni siquiera hemos dejado a las ardillas un punto de partida, y otro de llegada.

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