ANÉMONAS

HAY ORTIGAS DE MAR EN LOS CHARCOS

Ayer por la mañana el agua del mar estaba fría, a catorce grados centígrados al lado del Peñón de Ifach, en Calpe, y ya en los charcos que deja el mar, y no las nubes, entre la rocas, se veían anémonas: ortigas marinas con los tentáculos extendidos como pétalos de una flor cansada; informó desde Alicante José Marcos, instructor de buceo.

También crece la ortiga de mar –Anemona viridis- en aguas donde empieza a mandar más el mar que el sol, y sus doscientos tentáculos verdes rematados de violetas, se mueven como se le antoja al agua, agarrados a la firmeza de una columna que no es muy alta –doce centímetros- pero tan ancha con respecto a los tentáculos que el aspecto de la anémona me recuerda al de esos plátanos de paseo, a los que podan un año y otro por las ramas principales, hasta que el tronco se vuelve grueso y todas sus ramas idénticas, finas y dóciles como juncos.

Me ha comentado el doctor Francisco Ramil, experto cnidarios, que esta ortiga de mar es ovípara y que en los acuarios es tan capaz de reptar por los cristales como por las paredes de las rocas, donde el mar deja charcos de agua en los días soleados de invierno.

Actualidad Natural

ABC, Febrero 1999

Mónica Fernández-Aceytuno

Aceytuno.com

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